lunes, 2 de mayo de 2011

Sorpresivo. Por Raùl Arturo

Sorpresivo, escrito por Raúl Arturo Zorrilla Flores.

Salgo ya tarde. Casi al amanecer. Sin llegar a ser la hora en que debo preocuparme de ser sorprendido por la luz del Sol. Esta seguridad me hace percibir la noche de un tono aún más negro, tal vez no sea así, pero lo deseo perpetuamente. La falta de luz. Oscuridad que me protege de las miradas más curiosas o enervadas, mórbidas o simples, temerosas o viles, de cualquier mirada o de las más, la noche me cubre.

Me inquieta la idea de dónde dar el siguiente golpe. Debo alimentarme y es una necesidad que regía-rige-y regirá mi infáme sustancia vampìrica. Esta vida mía, sin llegar a ser algo plenamente consciente, es algo más bien, un impulso instintivo a la hora de subsanar mis instintos básicos...algo natural como la respiración; se dá mejor cuando no eres consciente de ello.

Deambulo...seguro que nadie más sospechará siquiera mi verdadero leitmotiv, que es al final, no una aberración, sino una manera diferente de alimentarme, de sobrevivir; ¡Alimento que nos perpetúa!, ni siquiera debe abochornarme de manera personal... y es además...aprovechar las oportunidades que la vida pone a mi alcance. Estoy convencido que los seres más débiles deben servir a los más fuertes, ya fuere como nanas, nodrizas, prostitutas,patiños, ciervos o simplemente, sin rodeos... como alimento.

Tal vez ésta actitud hacia la vida fuera criticada en una época en la que la libertad y los valores democráticos pretenden instaurarse como los modelos de vida para las grandes masas que lo creen así. Por el contrario tal manifestación de servilismo me lleva a una analogía de las masas con las manadas de bestias que pretenden huir de algún depredador que las acecha. Por lo mismo era muy criticado, parecía reticente a lo que las masas democráticas anhelan o exigen o lo que fuere que norma sus mentes para operar colectivamente así, renegando de los más poderosos, de aquellos que pudiesen poner en peligro la vida colectiva, no perciben la falta de libertad, quiero decir... ¡Son insensibles a la individualidad!...

Así, me muevo por éste mundo al margen de todo y de todos. Solo, traspasando los límites de la tensión superficial social hacia el fluido circundante masivo. Flujo de vida alrededor recreado en la mente hasta la distorsión del tiempo en los sueños, para enterarla de lo necesario para el acecho, la supervivencia y la depredación. Depredador había nacido, no lo sé, depredador era, según mi sentir consciente, tal vez. Lo que sí tengo por seguro es la aberración profusa para con las masas y la sociedad, al tiempo de mi eterno agradecimiento a éstas por sostener mi errática existencia, paradox. Nadie me sirve más que para satisfacer algunos instintos y necesidades. ¿Convertí mi paso al inaudito mundo bestial de la monotonía?...¿desde dónde he venido narrando mi desesperanza?...¿por qué siempre se càe en los idilios shakesperianos cursileros que solo aportan más sinonimias a nuestras almas deseosas de libertad individual?..¿Es el sueño colectivo el destino fatuo final de nuestras vidas?...¿No hay un resquicio propio para el alma sola, propia, que no sea el sueño eterno comunal-masificado después de la vida?...

La noche sigue dominando el ambiente, el clima frío era como una sabana de seda sin su amante lúbrico...¿qué día es hoy?...¿qué hora es en tu vida?...¿somos el mismo tiempo ustedes y yo, sociòpata?... eso me tranquiliza y no... ya que la manada se comporta de manera tan predecible que éste tipo de postales los vuelve aún más premonitorios, todo los auhyenta, se unen para protegerse, cobardes ruines...¡¡tengo hambre ¡¡¡. Observo un conjunto de sombras tambaleándose no muy lejos y me dispuse a seguirlos; lentamente evitaba sincronizar mi respiración con mis pasos y a su vez con los de ellos, procurándome el mayor de los sigilos... esperando... cual minutero que cambia cada ciclo tratando de marcar el tiempo, el momento preciso fatal...

Al fin, una de las siluetas se separó del grupo, y sin dudarlo al notar su evidente embriaguez, inmediatamente al doblar en una esquina sin iluminación, ¡me vuelco sobre ésta!, asestando una puntual cuchillada en su cuello y con un golpe en la cabeza, el cuerpo terminó de desvanecerse, lo que me permitió obtener la preciada y escarlata recompensa de su Ser, que me avoco a beber. No es una sensación del todo agradable pero, lo necesito para sobrevivir al tiempo que descargo mi frustración referente a las masas de las que me sirvo.

Finalizando este acto caminé rumbo a casa. Pero paso a paso lejos de sentir la calma-satisfecha de mi hambre, me sentí de nuevo perturbado hasta la ira por la sociedad que me rodeaba. Asco que inyectaba las venas de mis ojos con el odio y la sangre de mi victima previa degradándose en mi cuerpo. Debo ocultarme o puedo perder el control vaciándome en un ataque autodestructivo sin fin.

...cerré la última chapa de mi portón, sabía que me esperaba ella. A lo lejos pude percibir su aroma, que tantas veces había olido lleno de deseo y amor, que cada vez se me hacía sorprendentemente nuevo. Pero ahora sus ojos me miraban diferente, su mirada era una expresión familiar, pero mi mente se turbó, confundida, ante el ceño de la mujer amante; lentamente se acercó hacía mí aprovechando mi confusión; yo no podía creer lo que pasaba, pero para ese momento era demasiado tarde… solo escuché antes de desvanecerme mortalmente, la voz de ella que me decía: “las masas solo existen para servirnos, te desprecio por toda la eternidad”- abalanzándose sobre mí asestando una cuchillada mortal sobre mi cuello antes de disponerse a beber lo que deseaba y la mantenía viva...

FIN.
.